Menu
header photo

Project Vision 21

Transforming lives, renewing minds, cocreating the future

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.

La seducción del momento borra toda perspectiva histórica

El martes de la semana pasada fue ciertamente un día histórico que quedará grabado en mi memoria para siempre y del que se espero se acuerden mis hijos y mis nietos porque ése fue el día en que sucedió algo sin precedentes, generando altas expectativas para el futuro inmediato y a largo plazo.

El pasado martes 4 de noviembre fue el día en el que Diego Armando Maradona, la súper-estrella argentina del fútbol mundial, asumió como director técnico de la selección nacional de Argentina con la meta de ganar la Copa Mundial en el 2010.

¿Qué pasa? ¿De qué creían que yo estaba hablando?

Exactamente con esos tres párrafos iniciales comencé la semana pasada una clase para jóvenes periodistas a la que amablemente fui invitado a participar. Y lo hice no para disminuir la importancia del resultado electoral en Estados Unidos ni mucho menos, como es obvio, ser irrespetuoso a la investidura del presidente electo.

Comencé mi clase de esa manera con el expreso propósito de sacudir el enfoque dentro del que esos estudiantes parecían encerrados y para mostrarles que la seducción de ver y vivir un momento histórico muchas veces nos priva precisamente de la perspectiva histórica que nos permitiría resaltar y entender mucho mejor lo que se acaba de vivir.

La técnica didáctica que utilicé con los estudiantes de periodismo (y que repetí en esta columna aunque sin el beneficio del diálogo cara a cara) no fue una simple broma, sino un llamado de atención y a la reflexión para entender que la semana pasada quedó en evidencia un cambio de paradigma y que, por eso mismo, se produjo a la vez una “reacomodación histórica”, con ganadores y perdedores.

Por eso, la pregunta más importante sigue siendo “¿De qué creen que realmente se está hablando?” 

La respuesta, si quiere tener sentido, debe considerar tanto el viejo como el nuevo paradigma y, por eso mismo, no puede surgir del apresurado análisis de pocos minutos que realizan los autodenominados comentaristas en los medios.

Digámoslo claramente: el paradigmático cambio electoral de la semana pasada fue sólo una de las expresiones de un cambio de paradigma aún mayor y en varias áreas (cosmología, historia, energía), aunque ninguna de esas otras expresiones tuvo la misma cobertura ni difusión, a pesar de que sus efectos sobre toda la humanidad podrían ser más perdurables.

Por ejemplo, la semana pasada científicos de la NASA obtuvieron las primeras pruebas de que nuestro universo es parte de una estructura mayor, un multiverso, y que la materia de nuestro universo se mueve a 3,2 millones de kilómetros por hora hacia ese multiverso.

Además, ya se analiza (véase el nuevo libro de John Michael Greer) el proceso de “desindustrialización” de nuestra sociedad. Y en Los Álamos ya se están construyendo plantas nucleares portables capaces de generar electricidad para 20.000 hogares a un costo muy reducido.

El resultado de las elecciones es entonces sólo una expresión entre muchas otras del nuevo paradigma tecno-científico y social, pero no su raíz ni origen.

Go Back