Menu
header photo

Project Vision 21

Transforming lives, renewing minds, cocreating the future

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.

¿Por qué abandonamos nuestras ideas al costado del camino de la vida?

La semana pasada viajé por tierra casi mil kilómetros en cada dirección entre Colorado y Missouri, pasando por Kansas. Al costado de la carretera con cierta frecuencia se veían casas o camiones abandonados.

En algunos casos, el estado del deterioro de la casa o del camión revelaba que el abandono había ocurrido hace mucho tiempo, volviendo inutilizable el equipo o las instalaciones que allí se habían dejado. En otros casos, se trataba de un abandono reciente, pero real.

Cada vez que observo ese tipo de situaciones me pregunto, por ejemplo, cuál fue el último día que ese camión ahora abandonado se usó y quién habrá tenido la responsabilidad de estacionarlo allí para ya nunca más volver a usarlo.

También me pregunto por qué se habrá tomado esa decisión. ¿Habrá sido un desperfecto menor que nunca se reparó o habrá sido un serio problema que ya no podía repararse?

Y en el caso de las casas, ¿se mudó la gente? ¿Ya no pudo pagarla? ¿Se murió? ¿O simplemente se construyó una casa mejor y prefirió abandonar la otra?

Es obvio que, a menos que le dedique el tiempo y los recursos necesarios como para realizar una investigación detallada, nunca voy a obtener respuestas para esas preguntas, pero no por eso las preguntas dejan de fascinarme.

¿Sabía el conductor del camión o el dueño de la casa que ése día sería el último en que usaría su propiedad, o creyó que era simplemente un día más y que al día siguiente volvería a usar su casa o su camión, pero ese mañana nunca llegó?

Cuanto más reflexiono sobre esas preguntas más comprendo que en realidad son un símbolo de lo que nos pasa a diario ya no con casas, edificios, tractores o camiones abandonados junto a la carretera sino con nuestras ideas, creencias, tradiciones y modelos de pensamiento, que también vamos abandonando por razones desconocidas junto al camino de la vida.

Al mirar un camión abandonado junto a la carretera, quisiera encontrar a su dueño y preguntarle cuándo lo dejó de usar y por qué. Al ver la conducta de ciertas personas, quisiera preguntarles cuándo abandonaron sus cerebros y por qué dejaron de usarlos.

La razón, en parte, es lo que el filósofo existencialista alemán Martin Heidegger caracteriza como “la avidez de novedades” que, junto con el transformar a las novedades en algo rutinario y con la obsolescencia preprogramada, hacen que creamos que todo lo nuevo es mejor y que lo “viejo” no solamente es obsoleto sino también inservible y digno de ser abandonado.

Por eso siempre estamos “empezando otra vez”, como el Coyote en sus fútiles intentos de capturar al Correcaminos. En vez de corregir sus errores, el Coyote abandona sus ideas y empieza de nuevo y con algo nuevo. Por eso, ni aprende ni logra su meta.

Quizá hayamos abandonado junto al camino de la vida más de lo que hubiésemos debido. Y lo que sí hay que abandonar y actualizar (como viejas leyes de inmigración), aún no lo hacemos.

Go Back