Menu
header photo

Project Vision 21

Transforming lives, renewing minds, cocreating the future

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.

Un llamado de atención contra la des-culturalización de nuestros jóvenes

El pasado viernes 30 de octubre tuve el privilegio de asistir a la 18º celebración anual del Almuerzo “Bernie Valdez”, convocado por la Agencia Latino Americana de Información y Servicios (LARASA, en inglés), para premiar a destacadas personalidades hispanas de Colorado y a aquellos que, sin ser latinos, trabajan para el beneficio de nuestra comunidad.

LARASA, fundada hace 45 años, fue la primera organización hispana no lucrativa 501(c)3 del país, dedicándose a ayudar a jóvenes méxico-americanos que querían estudiar en la universidad.

Tanta era la necesidad en aquella época, que, según se cuenta, Bernie Valdez y otros dirigentes hispanos salían de casa en casa por los barrios de Denver a pedir monedas para poder pagarles los estudios superiores a los estudiantes latinos que de otra manera no hubiesen podido continuar con esos estudios.

Hace casi medio siglo, cuando Valdez y sus abnegados colaboradores salían por las calles a buscar la manera de ayudar a los hispanos con deseos de superarse, el índice de deserción escolar entre los alumnos latinos de Denver era muy alto y un escaso porcentaje de esos estudiantes llegaba a la universidad. Menos aún eran quienes luego recibían un título universitario.

A casi 50 años de aquellos recordados esfuerzos, resulta lamentable que la situación educativa de los alumnos latinos en Denver y en muchos otros sectores del país no haya cambiado, de modo que aún nos enfrentamos al problema del alto índice de abandono de la escuela y de la reducida cantidad de hispanos en las aulas universitarias.

Sin embargo, desde aquella época se ha producido un cambio fundamental en las escuelas del país: los hispanos ya no son una minoría insignificante, sino que en muchos distritos representan un importante segmento del estudiantado y en otros distritos, como en Denver, son la absoluta mayoría.

Por eso, si hace medio siglo más de la mitad de los estudiantes hispanos no completaba la escuela, no era (desde un punto de vista estrictamente estadístico y administrativo) un problema tan grande.

Pero ahora, cuando el porcentaje de deserción escolar sigue siendo tan alto como en la época de Valdez, el problema se multiplica casi exponencialmente debido a que el estudiantado hispano ya no es una pequeña minoría a la que se pueda ignorar.

En otras palabras, muchos de nuestros jóvenes están padeciendo un doble proceso de “des-culturalización”: primero, no completan su escolaridad. Segundo, aunque no la completen, estudian lo suficiente como para en muchos casos alejarse de sus raíces y de sus tradiciones familiares.

Según un reporte difundido la semana pasada por la Fundación Donnell-Kay (de Denver), no son los jóvenes hispanos quienes están fallando, sino las escuelas, que no se han adaptado a las necesidades culturales y educacionales de estos estudiantes.

¿Por qué no se ha producido ese cambio? Hay muchos factores, pero uno de ellos es el silencio de los padres hispanos. Con inspiradores ejemplos como el de Valdez y tantos otros, ya es hora de hablar con mucho respeto, pero con igual firmeza, en palabras y en acciones.

Go Back